top of page

¿El día de los enamorados agoniza?

  • Foto del escritor: Lic. Federico Bruno Rinaldi
    Lic. Federico Bruno Rinaldi
  • 16 mar 2023
  • 2 Min. de lectura

El poliamor, las relaciones abiertas, las apps de citas, el feminismo, las mujeres empoderadas, los ideales de belleza, las nuevas formas de maternidad y paternidad parecen ser buenos motivos para cuestionar el amor romántico, que ya viene complicado desde la época de Shakespeare. No por nada, en sus obras, las cosas terminaban tan mal.

Pero si algo vino a embrollar al amor fue el libertinaje del s. XX: las relaciones entre feligreses de distintas religiones, el amor homosexual, las señoras mayores con mocosos, el entrevere de la empleada con el patroncito, los de arriba con los de abajo y los de esta cuadra con los de enfrente. Antiguos enemigos que por capricho de los integrantes de la nueva parejita tuvieron que compartir el asado del domingo. Solo las novelas turcas y profundamente latinoamericanas retratan el esplendor del amor romántico venciendo a sus enemigos conservadores, luego de muchas pérdidas, gritos, peleas, niños mal nacidos, fortunas dilapidadas y secretos bien guardados. El amor “puro” venciendo a la envidia, los celos y la miseria humana.

ree

El siglo XXI es otra cosa: donde antes se veían de un lado serpientes venenosas, hienas salivantes, y del otro terneritos mamones y ositos panda abrazados a sus cuidadores ahora vemos pactos de parejas abiertas, ranking de participantes en relaciones poliamorosas, turnos distribuidos entre varios amores, sentimientos fluidos, negociaciones, contratos, etc. O podemos decir, actuales composiciones sexoafectivas y vinculares todas con un patrón común: Yo.

Y en esta maraña se encuentra por estas horas el pobre San Valentín eligiendo regalos en Once, encargando bombones no sabe para cuántos y devanándose los sesos sobre si será mejor obsequiar experiencias, giftcards o telas multicolor para banderas pro algo. O tal vez sea más conveniente preguntar a cada uno que regalo desea ya que la sorpresa puede hacer desvanecer al ego.

Así las cosas, también podemos decir, como aseguran las corrientes feministas, que el amor romántico es un mito, un espejismo colectivo, una construcción social y cultural, un instrumento de control y que debemos evitar atarnos a relaciones de dominación y sumisión.

No importa como haya sido hasta ahora según la “economía política del amor” imperante. Lo cierto es que ya sea fantástico, pasional, arrebatado, sentimental, o aggiornado a condiciones de libertad, igualdad, cuidados mutuos y correspondencia, el amor siempre va a sobrevivir. Porque hay una cosa que es cierta: el amor es inevitable.


Lic. Analía Urretavizcaya

Psicóloga Sexóloga

MN 21778

 
 
 

Comentarios


©2021 por psicoterapiasexual. Creada con Wix.com

bottom of page